En un valle suizo, lejos del brillo de Ginebra, en un pueblo llamado Holstein, existe una marca que hace las cosas de manera diferente. Oris es una rareza en la industria actual: es una de las pocas marcas suizas que sigue siendo independiente (no pertenece a grandes grupos como Swatch o Richemont) y que, por estatutos, solo fabrica relojes mecanicos.
Si ves un reloj Oris, sabes que dentro hay engranajes, muelles y un rotor rojo girando. No hay chips, no hay pilas.
La Apuesta Arriesgada de los 80
Durante la crisis del cuarzo en los años 70 y 80, casi todas las marcas suizas empezaron a fabricar relojes de pilas para sobrevivir. Oris tambien lo intento brevemente, pero a principios de los 80, sus directivos tomaron una decision suicida:
Decidieron abandonar el cuarzo por completo y dedicarse al 100% a la relojeria mecanica pura. Su lema fue "High Mech". Querian reivindicar el reloj mecanico no como un lujo inalcanzable, sino como un objeto con alma.
Fue una jugada maestra. Cuando el mundo se canso de los relojes digitales baratos y volvio a buscar la artesania en los 90, Oris ya estaba alli, posicionada como la marca honesta y autentica.
"Relojes reales para gente real"
La filosofia de Oris es la utilidad. Sus disenos no son barroquismos de joyeria; son instrumentos.
El Rotor Rojo y el Oso
Para distinguirse, Oris registro el Rotor Rojo como marca comercial en 2002. Es el simbolo que ves a traves del fondo de cristal de sus relojes, garantizando que es un Oris autentico y que funciona con la energia de tu movimiento.
Ademas, Oris ha adoptado una mascota: el Oris Bear. Puede parecer infantil, pero es una estrategia brillante para hacer la marca mas cercana, calida y menos esnob que sus competidores.
Oris tambien lidera el activismo ecologico en la relojeria ("Change for the Better"), lanzando ediciones limitadas que financian la limpieza de oceanos y la restauracion de corales. No solo te venden un reloj; te venden una conciencia limpia y una independencia feroz.



